Principales tratamientos de la polineuropatía
La polineuropatía puede deberse a múltiples causas. Es por este motivo que el tratamiento se establece en función del desencadenante. Por ejemplo, si la polineuropatía se ha desarrollado a consecuencia de otra enfermedad (por ejemplo, diabetes mellitus), el médico puede tratar la causa de base.
En el caso de las formas congénitas de la polineuropatía, no existe tratamiento etiológico. Si se trata de una determinada patología hereditaria, ciertos fármacos y principios activos pueden resultar de ayuda.
En el caso de las infecciones como el sarampión o la difteria, la polineuropatía suele responder bien al tratamiento con antibióticos.
Tratamiento del dolor
Para aliviar temporalmente el dolor agudo, se pueden tomar analgésicos tales como los antirreumáticos, aunque estos a veces no aportan el alivio necesario. Los opioides, derivados de la morfina, tienen más efecto.
Por su parte, las sustancias activas que se utilizan en tratamientos de desórdenes nerviosos también pueden ser de uso en el tratamiento de la polineuropatía. Además de las composiciones para el tratamiento de la epilepsia, también pueden utilizarse los antidepresivos. Las preparaciones que contienen la sustancia activa ácido lipoico alfa son especialmente efectivas en casos de polineuropatía diabética por su acción antioxidante que favorece el metabolismo.
Fisioterapia
La fisioterapia debe actuar como acompañamiento de las medidas medicinales. Muchos pacientes perciben una disminución de los síntomas mediante terapias de frío y Kneipp. Se trata esta última de una terapia de recuperación que utiliza el agua como elemento sanador. Se combina la hidroterapia con la alimentación sana y el movimiento físico.
Estilo de vida
Independientemente de las causas de la polineuropatía, se debe evitar todo lo que podría tener un efecto adverso sobre los nervios. En este sentido, el tabaco y el alcohol están estrictamente prohibidos.